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¿Qué es y cómo se calcula el costo promedio ponderado de capital?

Por Hugo Briseño Ramírez

Existen dos principales fuentes de financiamiento a través de las cuáles una empresa puede hacerse de recursos monetarios: capital o deuda. Como capital entendemos las aportaciones que realizan los inversionistas a las empresas con la finalidad de que éstas generen riqueza que a su vez les otorgue dividendos. Las acciones son las partes en las que se divide el capital aportado; al tenedor de una acción se le denomina accionista. Podemos decir que el poseedor de una acción es dueño de una parte de la empresa. En cambio, la deuda es un monto monetario que recibe la empresa por parte de un acreedor financiero (un banco, por ejemplo). No podemos decir que el banco es accionista de la empresa, ni mucho menos. Simplemente el banco prestó dinero a la empresa, misma que deberá pagar lo proporcionado.

El dinero que invierten los accionistas o que presta el banco tiene un costo. Es decir, no se invierte o presta recurso monetario sin la finalidad de que éste genere más dinero a quien lo suministró. El costo del dinero obtenido por quienes invierten en una parte de la empresa se llama rendimiento esperado de los accionistas. En cambio, el costo del dinero obtenido de los prestamistas se llama interés. Por lo general el rendimiento esperado de los accionistas es más alto debido a que éstos no tienen la seguridad de que la empresa les otorgue dividendos regularmente. Lejos de esto, comparten y asumen el riesgo de que las cosas no funcionen bien en la compañía y ésta sufra pérdidas. En cambio, es una obligación de la empresa pagar las deudas que tenga con los acreedores financieros, incurriendo en problemas legales en caso de no hacerlo. Al haber menos riesgo de pago a los prestamistas que a los accionistas, el interés que solicitan los primeros suele ser más bajo que el rendimiento esperado que demandan los segundos. Además, tener deuda también representa un incentivo fiscal. Esto se debe a que en la mayoría de los países los intereses son deducibles de impuestos, por lo que el costo real del préstamo es todavía más bajo que lo nominalmente pactado.

Para obtener el costo del capital es muy importante considerar la tasa libre de riesgo, que es la que ofrece el gobierno por invertir en sus bonos. Al ser instrumentos con un pago respaldado por el Estado por simplemente prestarle dinero, la tasa que ofrecen es lo mínimo que espera un inversionista por destinar su dinero a cualquier proyecto. Supongamos que se tienen dos alternativas: invertir en un proyecto con un particular que ofrece el nueve por ciento anual o en los certificados del gobierno que ofrecen siete por ciento. La respuesta que tal vez daría la mayoría sería invertir en los certificados del gobierno. Esto debido a que hacer lo contrario implica riesgos más altos por poco porcentaje adicional de pago; siendo muy diferente si el proyecto alternativo ofreciera un 20 por ciento. Es por eso que cada proyecto o empresa tiene un riesgo que debe estar contemplado en la tasa de rendimiento esperada de los accionistas. Por todo lo mencionado anteriormente es importante que los gestores de la empresa determinen un nivel deuda / capital que minimice el costo de fondearse.

Como se ha relatado, existen varios elementos que deben considerarse para definir el costo de capital de una empresa: la proporción de deuda y de capital con la que se conforman los activos con la finalidad de obtener un promedio ponderado según los pesos de cada fuente de financiamiento; el costo de la deuda (interés); el costo del capital (rendimiento esperado de los accionistas); y la tasa de impuestos.

El costo promedio ponderado de capital, o WACC por sus siglas en inglés, se calcula de la siguiente manera: se multiplica el costo de la deuda por uno menos la tasa de impuestos para disminuir del costo de la misma el incentivo fiscal que generan los intereses. El resultado se multiplica por la proporción de deuda en los activos de la empresa. Al cálculo anterior se le suma el costo de capital por la proporción de capital sobre el total de los recursos financieros de la empresa. Podemos resumir la fórmula de costo promedio ponderado de capital (CPPC) o WACC de la siguiente manera:

El costo promedio ponderado de capital sirve para evaluar los proyectos de inversión que se llevarán a cabo en la empresa o para valuar la misma. Es decir, para descontar los flujos de efectivo generados por la compañía para determinar si éstos podrán cubrir los costos de financiamiento. Sin embargo, el cálculo del flujo libre de efectivo o free cash flow será un tema de otra ocasión.

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